Entre las innumerables variedades de madera que existen, hay algunas que alcanzan cotas únicas y codiciadas de prestaciones, tanto en funcionalidad y robustez, como en apariencia estética: hablamos, por supuesto, de las denominadas maderas nobles que, aunque se dividen en diferentes tipos que analizaremos en los apartados siguientes, todas tienen el mismo denominador común, la máxima calidad.
Esto se debe sin duda a las características naturales de los árboles de los que se obtiene la madera en cuestión, pero hay un factor que no puede pasarse por alto: incluso la madera más noble, en el estado en que se encuentra en la naturaleza, no puede utilizarse para fines antrópicos, porque contiene cantidades excesivas de agua y un alto contenido de humedad. Así pues, también a este respecto, el proceso de secado es decisivo: sin la eliminación del contenido acuoso de su interior, los distintos tipos de maderas nobles no podrían materializar definitivamente sus incuestionables cualidades.
Del ébano a la caoba, descubriendo las maderas nobles
Antes de analizar con más detalle el secado de las maderas nobles, es necesario comprender qué son exactamente. Las especies son numerosas, por lo que a continuación enumeramos las más conocidas, con las que es más probable toparse:
- Castaño. Esta madera, distinguible por su albura blanca y amarillenta (parte del árbol situada justo debajo de la corteza) y su duramen marrón claro (parte interna), se distingue por su extrema resistencia y versatilidad (puede utilizarse en los ámbitos más diversos: muebles, tejados, parqué, marcos de ventanas, utensilios de cocina, etc.), características que son comunes a todas sus variantes (europeas, americanas y japonesas, según su origen).
- Nogal. Muy extendida en diversas partes del mundo en zonas de colinas y baja montaña, es una madera que combina los tonos amarillentos de la albura y los grisáceos del duramen con vetas irregulares de color ahumado. Tiene una buena resistencia mecánica, es muy sensible a la humedad y es especialmente popular en el sector de los muebles de lujo. Su especie más valiosa es el nogal europeo, que precede al nogal americano y al nogal brasileño.
- Roble. Las tonalidades marrones típicas de esta madera varían en función de su origen geográfico (americano, europeo o japonés), pero la ductilidad, la flexibilidad, la longevidad y la porosidad siempre le afectan. Las tablas de roble son ideales para aplicaciones de la construcción, mientras que en términos de mobiliario, son una excelente solución para el parqué.
- Caoba. Pasemos ahora al exotismo más puro: la caoba es un árbol tropical de América Central, del que se obtiene una madera de primera dureza y firmeza. Es muy pesada y duradera, goza de buena estabilidad y en el plano estético destaca por el inconfundible impacto visual que ofrece: al fin y al cabo, las tonalidades que la colorean van del amarillo al marrón oscuro, pasando por el rojizo. Se utiliza principalmente en el sector del mueble de alta calidad, donde compite con el nogal.
- Ébano. La refinada elegancia de su negro es conocida en todo el mundo. Es la coloración única de esta madera tan apreciada, que se encuentra en los bosques de India, África oriental e Indonesia, lo que la ha hecho famosa. Pero las peculiaridades del ébano no acaban aquí: buena estabilidad y durabilidad, dureza y compacidad, baja deformabilidad y resistencia a la flexión y la torsión son otras cualidades que la convierten en una solución de renombre. ¿Para cuáles realizaciones? Muebles de lujo, pequeñas esculturas, mangos de cuchillos, instrumentos musicales y, en general, objetos ornamentales: ¡el ébano, por su densidad, es perfecto para los trabajos de ebanistería!
El delicado tratamiento de la madera exótica
En el caso de las maderas exóticas, el proceso de secado adquiere, si cabe, un valor aún más significativo que en el caso de las maderas ordinarias, ya que de él depende no solo el perfeccionamiento de sus características de rendimiento, sino también uno de los principales factores que inducen a la gente a elegir maderas nobles: la estética. Por otra parte, si el secado no se realiza con precisión, existe el riesgo de provocar grietas evidentes en el material, que pueden estropear la veta de la madera: dentro de ciertos límites, esto no es un problema desde el punto de vista estructural, mientras que siempre es una consecuencia importante desde el punto de vista estético.
También complica la situación el hecho de que tratar con madera exótica, dadas sus propiedades únicas, requiere un cuidado especial. El ejemplo por excelencia, en este sentido, es el ébano. Normalmente tiene un contenido de humedad bastante bajo en su interior, por lo que debe secarse a ritmos variables, de moderados a bajos. Pero la lentitud del proceso es uno de esos factores que pueden causar graves grietas. Solo un secado escrupuloso y bien realizado en cada fase puede evitar problemas: y esto es precisamente lo que consiguen las instalaciones de Incomac: permiten una gestión precisa de cada elemento decisivo del proceso, desde la regulación de la circulación del aire hasta la de la temperatura, en cualquier momento, y de hecho todas son adecuadas para el tratamiento de maderas exóticas y nobles.
Las ventajas de un secado artificial de calidad
Incluso en el lado de las maderas nobles, las ventajas clásicas del secado artificial siguen siendo:
- En cuanto al tiempo, es un proceso mucho más rápido que el secado natural.
- Elimina cualquier hongo o insecto incrustado en la madera, al tiempo que protege contra posibles ataques futuros de organismos comedores de madera.
- Reduce el peso de la madera, lo que se traduce en menores costes de transporte.
- Sienta las bases para el posterior pintado o acabado de la madera.
- Aumenta la resistencia mecánica y la durabilidad del material.